Cuando me suscribí a Netflix, hace un par de meses, la primera película que vi fue Frances Ha. Antes de esto había tenido la oportunidad de ver Lola Versus, ambas películas protagonizadas y co-escritas por Greta Gerwig, un gran talento que todas y todos deberíamos seguir de cerca. ¡Me declaro fanática de su trabajo!
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Gerwig presenta con gracia y humor a sus chicas, en medio de encrucijadas. Mejor dicho, en el momento justo cuando se dan cuenta que la vida es eso que ocurre mientras tomas decisiones, cometes errores, juegas, tomas como barril sin fondo, te endeudas, extrañas a tus amigos, a tu ex-novio. Ese momento en el que te das cuenta que debes tomar la iniciativa, cambiar de actitud y moverte hacia adelante.
Frances Ha presenta a esta chica, de 27 años, que vive en Nueva York. Sueña con formar parte de una compañía de danza moderna — lleva tiempo como aprendiz y cuenta con ser parte del próximo show —. Vive con su mejor amiga de la universidad, Sophie (Mickey Sumner), con quien pasa la mayor parte del tiempo; comen juntas, visitan el parque, recuerdan anécdotas encantadoras, pelean al aire sólo por diversión. Simplemente se aman.
Todo va bien para Frances, hasta que termina con su novio — por no querer mudarse con él — y Sophie le informa que se va a mudar a otro departamento, con una tal Lisa, en Tribeca, en su calle soñada. Desde este momento, el mundo de Frances se podría percibir como una serie de eventos desafortunados que la llevaran a flote después de algún tiempo.
De eso se trata la vida y el filme, de resolver situaciones, de aceptar lo que somos y encontrar esa fortaleza, que está muy en nuestro interior, para seguir adelante. Hoy comparto algunas de las lecciones valiosas que Frances Ha me enseñó en la vida.
Es mejor preguntar en lugar de suponer
A veces tendemos a dar por hecho ciertas cosas que aún no han pasado, que alguna vez se hablaron pero no se alcanzaron a definir. Cuando tomamos decisiones, consideramos estos “hechos” en lugar de consultar a las personas involucradas. Y, cuando no se dan las cosas, nos azotamos en el drama. No, la cosa no va por ahí.
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Una buena comunicación es muy importante
El punto anterior nos lleva necesariamente a este tema. Nos sentimos muy a gusto con nuestra mejor amiga o nuestro mejor amigo. Tenemos un lenguaje establecido, casi nos entendemos con una sola mirada, existen chistes internos. En cambio, cuando nos alejamos de esta amistad y queremos entrar a otro círculo, queremos revivir ese mismo lenguaje, sentir esa comodidad. Nunca va a pasar. Debemos aprender a fluir y ser sinceras.
Evita la codependencia
A veces ciertas relaciones, sin darnos cuenta, nos absorben de tal manera que llegamos a sentir que no podemos ser sin la otra persona. Está bien tener amigos o una pareja, pero no olvidemos nuestra voz propia, nuestras necesidades y metas, eso que nos lleva a sentirnos completas. Podemos ser alguien sin depender de alguien más. Para lograrlo, tenemos que aprender a disfrutar de nuestra propia compañía, a ser independientes a nivel emocional — y en todos los sentidos.
A veces en necesario tocar fondo
En la película vemos a Frances tomar una decisión, tras otra decisión, que resultan a una peor situación. Está aferrada a una meta que, por más que quiera, a lo mejor no llega a hacerse realidad. Tiene la pasión por el baile, a lo mejor no la técnica precisa. Sin embargo, es una gran artista, es creativa, es sensible, sólo tiene que descubrirlo de alguna forma. A lo mejor por eso debe tocar fondo y continuar con este viaje.
Debemos ser optimistas
En lugar de cavar más profundo en nuestros problemas, debemos reconocerlos y pensar que todo tiene solución menos la muerte — como dice mi madre —. Llega el momento en el que debemos ser responsables de nuestras decisiones de manera positiva, haciendo a un lado el orgullo y las expectativas, recibiendo todo lo que venga con los brazos abiertos y hacerles frente con la mejor de las intenciones.
Seamos sinceras siempre
¿A quién queremos engañar? A esas personas que apenas conocemos, que tienen éxitos profesionales, departamentos en Paris, a nuestra jefa que nos ofrece otras opciones que a lo mejor nunca consideramos. Lo mejor es ser sinceras con los demás y, mucho más importante, con nosotras mismas.
No podemos cambiar a las personas
Cada quien decide el camino que quiere seguir en esta vida. Como todos, debemos abrirnos al cambio, a evolucionar. Si tu mejor amiga tiene ese sueño de ser una gran editora, con muchos reconocimientos, no te extrañes que en algún momento lo deje todo por una relación. Tampoco puedes obligar a una persona a ajustarse a tus gustos, a tu estilo de vida. Debemos respetar a los demás y aceptarlos.