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5 trucos para mejorar tu imagen en línea

Hoy en día, las redes sociales se han convertido en una carta de presentación para nosotros. ¿Qué imagen quieres dar a los demás?

La imagen que proyectamos en nuestras redes sociales, es ahora nuestra carta de presentación con el mundo digital. La mayoría de las contrataciones ya se realizan a través de este medio y, por si fuera poco, los jefes de ahora tiene cuidado con lo que demuestran sus empleados en ellas.

Sin embargo, más allá del mundo laboral, existe un perfil base que podemos dejar en línea. Esa manifestación nuestra que puede o no ser lo que deseamos. Mucha polémica ha habido conforme a si fingimos o si somos demasiado abiertos en estos medios públicos. Lo cierto es que en las redes sociales, tan sólo plasmamos una parte de nosotros.

Y, desde luego, no es que la opinión ajena sea un asunto primordial (o, bueno, personalmente, no lo considero así), pero existen ciertos aspectos con los que deberíamos tener cuidado para no dar la apariencia equivocada:

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1. Perfiles consecutivos

Algo que ayuda de vez en cuando, es mantener un nombre de usuario para todas las redes sociales. Así, tus contactos saben dónde encontrarte.

En ocasiones se vuelve un poco tedioso tener que cambiar por completo un nombre de usuario de una red social a la otra (sin mencionar que con Twitter e Instagram, la sincronización se vuelve casi imposible). Todo, claro, dependerá de la tan escasa disponibilidad.

2. Convertir la opinión en un fin

Compartir lo que te gusta: tu música, tus vídeos o hasta tus imágenes, puede tener un fin y no sólo convertirse en spam de tus contactos. Puedes compartir enlaces que den a noticias de cosas que nos están pasando actualmente. Eso es ser una persona proactiva.

3. Tratar de aportar algo

No basta con publicar todo lo que nos da risa o nos hace identificarnos, también deberíamos intentar de enriquecer a las demás personas con lo que sea que queramos decirle al mundo. Finalmente, la web es inmensa y, de igual manera, una inmensa cantidad de personas te sigue en ella.

Tal vez no a ti, pero a tu amigo o al amigo de tu amigo o al amigo del amigo de tu amigo. Somos un círculo de contactos. Una red social, finalmente.

4. Usar la comunicación pública/privada según sea necesario

Un error muy común (y, a decir verdad, bastante desagradable) es cuando externamos nuestros problemas sentimentales al ciberespacio. O más bien, también nuestra vida cotidiana.

En realidad, por ejemplo, no hace falta publicar algo que le quieras decir a tu amigo y etiquetarlo, puedes abrir un mensaje y comentárselo. No necesitas recordarles a todos lo genial que estuvo la salida, basta con un mensaje grupal en el que puedan mencionar ciertos momentos.

Creo que nosotros dictamos de dónde a dónde va nuestra vida privada y nuestra imagen pública. Pero, en mi opinión, los chismes no han enriquecido el intelecto de nadie hasta ahora.

5. Ser uno mismo

En realidad, pese a tanta formalidad que se le ha tomado a las redes sociales últimamente, lo mejor es mostrar quiénes somos. No tenemos que dar una imagen de lo creemos que otras personas creen que es apto para nosotros, el único punto es expresarse. Y qué mejor que haciéndolo sinceramente.

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