En nuestro mundo occidental, tenemos dos corrientes que se oponen en cuanto a matrimonios se refiere: los tradicionalistas piensan que solamente debe permitirse entre un hombre y una mujer, mientras que quienes defienden la igualdad, piensan que toda clase de amor debe tener los mismos derechos.
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Pero, resulta, aunque a veces se nos olvida, que no en todas partes del mundo las tradiciones son las mismas que las nuestras. Es el caso, por ejemplo, de Kenya, en donde acaba de legalizarse -y legislarse- la poligamia, asunto que tiene contentos tanto a tradicionalistas como a igualitarios. ¿Cómo? Pues sí, la pligamia es una tradición en este país en donde 1/5 de la población es musulmana, y quienes defienden la igualdad están felices de que se reconozca, igual que otros, este tipo de unión.
Algunas mujeres se han pronunciado en contra de esta nueva ley, ya que no obliga al hombre a informar a sus esposas que se casará con alguien más, pequeño detalle.
Todo esto para decir que en la vida nada es totalmente blanco ni totalmente negro, y nuestros conceptos favoritos como el pluralismo, la igualdad, y la tradición, cambian su significado según el contexto. ¿Qué tal que comenzamos a pensar realmente fuera de nuestras barreras culturales y nuestros prejuicios? ¿Qué tal que reconocemos estas formas de pensar diferentes a la nuestra y les damos también el derecho de ser tratadas iguales?
¿Qué tal que legalizamos la poligamia?
Fuente: Slate.com
