Tengo 26 años, soy profesional, estoy soltera, no tengo hijos, ni pretendo tenerlos en al menos 5 años. Hace poco fui a un asado con algunos amigos de infancia de un primo, a algunos de ellos no los veía desde hace varios años, y aunque eran todos simpáticos y buena onda, no niego que me sentí incomoda. Luego del ritual de prender el fuego, esperar la carne y ellos tomarse una cerveza, yo ya me había tomado tres, nos sentamos a conversar.
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Después de un rato llegaron al punto más importante de la reunión, el bautizo del hijo de unos los chicos del asado. Hablaron sobre la fecha, sobre la comida, el cura y cosas que realmente no eran de mi interés, y mientras los escuchaba -con mi cuarta cerveza en la mano- no podía dejar de pensar que sus comentarios paternales que no podían estar más alejados de mi realidad. Para contextualizar, todos no teníamos más de 27 años, pero yo era la única soltera, sin niños ni compromiso alguno.
Últimamente me he encontrado en esta situación muchos más de lo que me gustaría. Sé que estoy en una edad en la que la gente define su destino en base al matrimonio y los hijos, pero esa no es mi opción. Soy de las personas que cree que la responsabilidad de ser madre o tener una familia es algo que se adquiere cuando tenemos nuestros objetivos personales resueltos. Estudios terminados, sueños personales cumplidos, casa y auto. ¿Para qué traer a otro ser humano al mundo si no tienes cómo mantenerlo o darles las comodidades suficientes para que no sufra?
Varias personas contrarias a mi opinión, con las cuales he discutido esto, justifican su deseo de ser padres entre los 20-25 años con el hecho de que no quieren ser padres viejos y así poder disfrutar o jugar con sus hijos con las energías suficientes. En mi humilde opinión, esto lo encuentro egoísta. Priorizan su deseo procreador antes que el bienestar que realmente le puedan dan a sus futuros hijos. Está bien, cada persona puede elegir en que aspecto expresa su egoísmo y finalmente es cosa de cada uno como hace su vida, pero es por esto mismo que me agobia el hecho de que pretendan que me sienta mal por no querer lo mismo que ellos y que cada discusión la terminen diciendo “estas loca”.
No digo que no me gusten los niños, por el contrario disfruto mucho con ellos, amo a las hijas de mis amigas y me encanta pasar tiempo con ellas, pero en este momento no me veo a misma como una madre. Sí quiero tener hijos y sí quiero tener una familia, algún día, pero no creo estar mal al pensar que quiero estabilidad antes de esto. Creo que ésta estabilidad recién podría alcanzarla en 5 años más, cuando ya haya viajado todo lo que quiero y realizado todo lo que tengo pendiente.