¿Cuántas veces por quedar bien con la tía, los amigas, el novio, el jefe o con quien sea, le has dicho que sí a esas deliciosas rebanadas de pastel, galletas, nuevos platillos y demás cuando estás a dieta.? Siempre ¿verdad.? Pues sí, eso pasa por nuestra eterna condición de ir por la vida queriendo agradando a las demás personas, mientras terminamos con todos esos kilos de más.
PUBLICIDAD
En nuestro país sobre todo, tenemos esa creencia en la que si rechazas comida de alguien, estás siendo mal educada, ¡poco amable.! Y entonces, eso de aprender a decir NO cuando lo sientes, aquí parece una incongruencia. Claro que decir que NO sí aplica en este caso, no hay excepción a la regla. Si nos encontramos en un régimen alimenticio para mejorar nuestra salud, para vernos mejor cuyos resultados serán además un incremento en nuestra autoestima, “quedar mal” o “dejar de ser amables” con las demás personas, vale la pena.
Al final de cuentas, estoy segura que todos ellos terminarían por valorar la determinación que ven en nosotros y lo tomarían como ejemplo a seguir. Alguna vez escuché que al ser realmente conscientes de lo que sucede a nuestro alrededor, no necesitaríamos fuerza de voluntad para hacer algo porque todo se daría de una forma automática. No nos costaría nada dejar bien cerradita la boca si fuéramos conscientes de lo que estamos introduciendo a nuestro cuerpo.
No las culpo, es difícil, yo misma lo he hecho. Sin embargo esto será siempre una constante, todo el tiempo estarán ahí los ofrecimientos deliciosos, se nos atravesarán exquisitos antojos (sobre todo en estas fechas) pero de nosotras depende que logremos algún día llevar una alimentación sana hasta lograr los objetivos que nos propongamos. Sin importar lo que sea.
Lo que quisiera que entendiéramos es que esto no sólo aplica a las dietas, sino en todos los aspectos de nuestras vidas, no estoy diciendo que dejemos de ser amables, sino decididas respetando lo que somos y decidimos. ¿No creen?