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El curioso caso de “las buchonas”

Las novias del Narco: Cómo y por qué llegan ahí, y lo más importante: ¿Podrán salir?

Princesa buchona, eres una muñeca bordada a mano
Tu cara es perfecta y tu cuerpo parece hecho por cirujanos
Princesa buchona, mujer de alto rango te gusta el peligro.

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A mí no me cabe duda que México es un país de mujeres bellísimas. Lo que tampoco cuestiono es que cada región tiene su “estilo de belleza”, por llamarle de alguna forma. Y es reconocido que, al norte de México, este estilo es, si no más evidente, más estilizado. Mujeres altas, delgadas pero curvilíneas de largas cabelleras, jeans apretados y siempre impecables.

Más o menos, así definiría el estándar de belleza al norte, que para una chica criada al centro del país es un tanto difícil de alcanzar. Sigue siendo impactante visitar el norte y ver cada vez más de estas mujeres jóvenes, exuberantes y casi perfectas. Y dejen les digo algo, no importa la clase social, la gran mayoría se esfuerza mucho en su apariencia física.

Pero también hay algunas razones de otra índole para este despliegue de cualidades femeninas y tiene que ver con esa cultura del narco. La vida en el norte de México es complicada, de alguna manera, la gente se acostumbra a la violencia. A todo lo que conlleva, como escuchar balaceras, a no poder ir a centros nocturnos y mejor hacer fiestas y “carnes asadas” en casa.

Parece ser que hay otra costumbre que no habíamos tomado mucho en cuenta y que ahora se extiende a otras regiones del país: Las buchonas. ¿Quiénes son? Mujeres sumamente exuberantes a quien se les identifica como “las novias del narco”.

De acuerdo a varias entrevistas que he leído, estas mujeres esbeltas y bellas, entran a este estado en parte por necesidad, y en parte por capricho. Sus narco novios son muy generosos con ellas, les pagan ropa de marcas elegantes como Louis Vuitton, Bebe, Studio F, Baby Phat, Ed Hardy, Coach, Dolce&Gabbana, Gucci y Armani. Algunas consiguen que les paguen la escuela, el salón de belleza, las extensiones de cabello, y zapatos muy costosos, eso sí, siempre de tacón.

Quizás ni eso, ni las cirugías estéticas patrocinadas por “el buchón”, nos parecen razones suficientes a muchas mujeres para exponernos a tanto peligro. El riesgo siempre presente de que lo atrapen y te tomen como cómplice, el ser víctima de alguno de sus enemigos y, claro aguantar su carácter, porque es claro que esos hombres no se andan con contemplaciones. Aunque ellas no entran al narcotráfico directo, de cualquier manera quedan expuestas.

No cabe duda, además de ser bella, para ser buchona también hay que tener muchos pantalones. La pregunta es si alguna vez podrán salir de este estilo de vida. Es bien sabido que no se puede entrar a las redes de narcotráfico sólo por un rato. En realidad, sólo hay dos formas de salir, y quién sabe, quizás sólo una.

Como todos los personajes importantes del mundo del narco, ya están presentes en los corridos y la música de banda, en particular esta canción expresa mucho de lo que se vive en este mundo:

Claro, este fenómeno: tiene otro lado. Ahora la posición de “buchón”, también se usa para personas extravagantes que gustan de los narco-corridos, del poder que esto simboliza y de derrochar dinero. Al estilo de los grandes señores de este mundo, aunque no formen parte de él .

Puede que no me imagine en esa situación, pero ustedes, ¿Arriesgarían su vida con tal de tener todo lo que desean?¿Qué tan pocas opciones se puede tener para entrar en este juego mortal?

Foto: Edgar Angulo

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