Actualidad

¿Sabías que el término “la chingada” nace de una india que fue violada?

Lo que ocultan nuestras palabras.

Llevé algunas clases de lingüística en la carrera, pero no estoy cerca de ser lingüista, que quede claro. Pero hay un tema importante cuando uno aprende un idioma, y es que el lenguaje es parte de la cultura y a la vez alimenta a la misma. Esta no es una introducción a la teoría de las Ciencias Sociales, ni mucho menos, pero llama mi atención que la manera en la que hablamos ayuda a perpetrar incluso rasgos de la cultura que no necesariamente, nos gusta.

Y en realidad no me refiero sólo a rasgos machistas, sino a cualquier rasgo discriminativo. Dicen por ahí que “en el pedir está el dar”, mientras que los literatos afirman que no es tanto lo que se dice, sino cómo se dice. Y soy firme creyente de tales afirmaciones. A muchas mujeres nos pasa que no fue tanto lo que dijo, sino cómo lo dijo. Y creo que en México nos pasa mucho.

Por ejemplo, todo aquello que se oculta en el Laberinto de la Soledad de paz sobre “la chingada”, la india violada y que ahora se queda en nuestro lenguaje cotidiano en diversas formas como en “ya chingué” y demás palabras que no están permitidas en el lenguaje cotidiano que en realidad significan, ya violé a alguien. Y yo sé, estas palabras han perdido una parte de esa carga semántica tan fuerte, pero aún sigue ahí una parte. Y la seguimos usando.

Recomendados

Quizás no tenga tanto que ver, pero no me gusta que me digan “güey”, ni decirle así a nadie (cabe aquí mencionar que he tenido épocas de usar la palabra pero siempre termino por dejarla). Si güey es cualquiera, yo no soy cualquiera y por lo tanto la palabrita me molesta. Puede que sea una exageración mía, pero simplemente no me gusta.

Alguna vez escuché que un ex-novio mío hablaba con un amigo suyo refiriéndose a mí como “mi vieja”, y aunque puedo entender que se tratara de un lenguaje “entre hombres”, en definitivo es algo que no me causó gracia, pero que cuando le hablé al respecto le dio igual como muchos otros mensajes que me causaban conflictos feminísticos por dentro. Pero lo que me solía decir es “que te valga, no significa nada”. Pero yo difiero mucho al respecto.

Para mí es importante incluso que un comercial de detergente diga que miles de mujeres ya comprobaron su eficacia. Hay una diferencia importante en la manera en que se dicen las cosas. ¿No les parece que la manera en la que nos expresamos impregna nuestra forma de ver al mundo?

El lenguaje es nuestro segundo par de ojos para percibir el mundo. Por eso cómo se dicen las cosas es importante también.

Tags

Lo Último


Te recomendamos