Y no me refiero en un sentido religioso o económico, más bien uno psicológico. Este es el primer año que paso sin estudiar, dime licenciada porfavor, así que será también el primer año que no tengo vacaciones y que además decidí ponerme proactiva y organizar algo bonito en navidad.
PUBLICIDAD
Siempre había admirado a esas familias grandes que hacen sus navidades planeadas, que hacen posadas, mandan a hacer playeras, planean actividades y hacen un montón de cosas divertidas para fomentar su núcleo.
No voy a decir que mi familia es más bien apática, nos gusta bailar. El problema es que nunca se realiza algo para todos. Y ya desde hace un mes decidimos planear actividades que si, todos hasta los más pequeñitos de dos años puedan realizar. Pero hacía falta ese espíritu de proactividad.
Probablemente les ha pasado que cuando toda la familia se reúne siempre va a haber alguien inconforme o va a surgir alguna pelea, sea grande o pequeña. Y esa es mi preparación para las grandes reuniones familiares, divertirme, convivir y saber que siempre habrá algo que no va a salir bien, pero que no es el fin del mundo.
Creo que al final es lo que cuenta, de forma independiente con las tradiciones religiosas de cada quien, la cosa es reservar ese tiempo familiar y para seres muy queridos como amigos cercanos, novios, novias etc.
Dentro de todo esto, me gustaría estar más preparada para no caer en ondas de mercadotecnia, aunque me gusta tener la casa decorada de navidad. Me gustaría que las luces navideñas no fueran para mi un sinónimo de la época navideña y que el hecho de que muchos han reducido su cantidad de luces por energía y ecología si me pega un poquito en el espíritu navideño. Pero son cosas que espero superar.
Y ustedes, ¿de qué ideas desean liberarse esta navidad?