Hay situaciones que no se puede creer que sigan ocurriendo en pleno siglo XXI.
La trata de blancas en Nepal es un hecho. Muchos padres, venden a sus hijas a dueños de circos con el fin de superar la pobreza, ya que al parecer es un negocio bastante lucrativo, sin importarles en las deplorables condiciones a las que se verán expuestas sus pequeñas.
Ellos las convencen diciéndoles que firmen un contrato donde les prometen que tendrán una vida de fama y dinero. Sin embargo, esos papeles son ilegales y el comienzo de una vida de miseria, violencia y discriminación.
Nepal es uno de los países más pobres del mundo y la frontera que comparte con la India ha facilitado que florezca este lucrativo tráfico de menores.
Sarwati Adhikari, tiene ocho años y fue vendida a un circo indio para hacer juegos de malabares. A los 14 la forzaron a casarse y hace dos, una vez que se quedó viuda, los hermanos de quien fue su marido comenzaron a maltratarla.
Hoy existe la organización Esther Benjamin Trust, con sede en Londres y que desde 2002 trabaja para rehabilitar a las menores que fueron explotadas en circos de la India. Ya han sido rescatadas 350 niñas de los circos entre 2004 y 2011, según explica Phillips Holmes, creador de esta ONG.
Muchas niñas también son vendidas a prostíbulos, pero el tema de los circos era un poco más desconocido. Holmes explica que “las niñas de piel clara y vestidas con poca ropa tienen un aspecto muy exótico en la India”.
Ojalá que la ONU ponga su interés en esto y que ayude a que ese país comience a superar la pobreza. No es posible que los padres tengan que vender a sus propias hijas por no tener cómo alimentarse o subsistir.
Fuente: La trata de niñas de Nepal para circos de la India, un negocio lucrativo, (abc.es)