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Cuando discutes por el azúcar pero tu problema es la sal

Los “temas” escondidos son de gran importancia; ya que reflejan necesidades no expresadas y muchas veces frustradas, que pueden erosionar profundamente la relación.

En la consulta, el preguntar por cuáles son las fuentes de conflicto más frecuentes a mis pacientes, generalmente me dicen que son: el dinero, los niños (crianza), el sexo y la comunicación. Este sería el TOP 4, pero le podemos sumar las actividades recreativas, higiene, los suegros/as y la familia de origen, los quehaceres domésticos, alcohol y drogas, aspecto físico…entre otros.  Todas las parejas tienen “temas” (disculpando la siutiquería pero al usar la palabra “temas” quiero referirme a issues y no sé si sea la traducción mas adecuada, pero es la que más me suena…), pero varía mucho como los manejan unas y otras.

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Para explicar lo siguiente voy a tomar como ejemplo algo que vi hace pocos días, estando de vacaciones en el sur de Chile en una visita al volcán Lonquimay. En las paredes cercanas a un cráter secundario, había un poquito más debajo de la superficie, agua que salía muy caliente en forma de vapor. Bastaba con apenas raspar con una piedra para encontrarse con este fenómeno. Debajo de esa superficie había agua hirviendo bajo presión. Así, mientras más temas problemáticos existen en las parejas, mayor es la cantidad de agua hirviendo a presión como emociones “negativas” (uso el termino emociones negativas para simplificar, pero las emociones no son ni malas ni buenas; simplemente son). La presión va aumentando cuando no se conversa sobre los temas de manera constructiva. Luego los eventos más pequeños son capaces de hacer erupción en el agua hirviendo… y un error muy frecuente es hablar sobre aquellos temas cuando surgen producto de un evento asociado a agua caliente y no cuando esta fría. En general no planteamos como tema de conversación con nuestras parejas el hablar sobre nuestros temas conflictivos cuando no estamos en medio de uno. Es importante tener en cuenta que lo más probable es que si conversamos sobre dichos temas cuando hay algún evento que ha puesto el agua a hervir, no vamos a lograr mucho. En ese caso es importante acudir a una especie de “tiempo fuera” o retiro efectivo, donde podemos decirle al otro algo como: “no es necesario que hablemos de esto ahora, los dos nos estamos enojando y no creo que sea el mejor momento… ¿conversémoslo después cuando estemos más tranquilos?”  Con esta maniobra no estamos negando la importancia del tema ni invalidando lo que pueda estar sintiendo el otro o uno mismo.

Muchas veces los temas gatillados por eventos son evidentes y se relacionan con tópicos típicos (me gusta cómo suena eso). Pero otras veces uno se ve atrapado en discusiones sobre eventos que parecieran no tener relación “temas” particulares. O te das cuenta de que no estás llegando a ninguna parte… por ejemplo la pareja que discute por la madre de él y ella le alega el que conteste las llamadas de su suegra en cualquier momento…pero el “tema” real es que ella no se siente lo suficientemente importante para él.

Los “temas” escondidos son de gran importancia; ya que reflejan necesidades no expresadas y muchas veces frustradas, que pueden erosionar profundamente la relación. Muchas veces son estos los que explican la furia que pueden gatillar situaciones aparentemente inofensivas. Los “temas” escondidos más frecuentes son:

CONTROL & PODER, CARIÑO, RECONOCIMIENTO, COMPROMISO Y ACEPTACION.

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