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El que se va sin que lo echen…

Pero es que no hay algo que me dé más rabia que esos típicos tipos que no soportan que los olvides o de los que siempre buscan dejar alguna puerta abierta para que una pise el palito o caiga en sus redes.

Luego que una pudo olvidar por completo a ese mal amor que te dejó mal y se empieza a sanar y a volver a las canchas del amor, viene una etapa espectacular. Una se pone más linda, más coqueta y como por arte de magia comienzas a conocer más y más gente, y en su mayoría hombres.

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Te das cuenta que por ahora no quieres estar en pareja, ya que por el momento es mucho más relajado estar tener varios amigos con ventaja. Sin embargo, cuando estás en la flor de tu soltería, aparece él. Sí, el mismo pastel por el que lloraste o pasaste malos ratos de vuelve a entrometer en tu metro cuadrado. Por supuesto justo en tu mejor etapa.

El muy patudo se fue sin previo aviso y más encima regresa cuando nadie lo llama. Así compruebas que el dicho “El que se va sin que lo echen, vuelve sin que llamen”, es muy cierto. Pero para mí no va a lugar y soy de las prefiere mandarlo de vuelta de inmediato, a no ser que tenga una muy buena invitación, yo ande muy fresca o haya tomado mucho vino.

Pero es que no hay algo que me dé más rabia que esos típicos tipos que no soportan que los olvides o de los que siempre buscan dejar alguna puerta abierta para que una pise el palito o caiga en sus redes.

Por lo general vuelven a buscarte de noche, medios pasados de copas, luego de haberte dicho un par de frases coquetas por las redes sociales. Chicas no caigan en eso, pero si les gusta mucho y quieren recuperarlos, la mejor forma es hacerse de rogar, porque si le das la pasada justo cuando te busca por primera vez, en su gran mayoría vuelven a desaparecer, haciendo que pierdas las riendas de la situación. ¡Es hora de que tú nos mires hacia abajo nena!

¿Te ha tocado algún hombre de este tipo?

 

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