Algo gringo: El precio de la historia

Si hay una cosa gringa, es Las Vegas. Claro, está en Estados Unidos, y claro, tiene copias de todos los hitos y monumentos gringos. Es una malteada de todo lo que es gringo. Y en Las Vegas, además de los casinos, hay algo aún más gringo: una casa de empeño que funciona las 24 horas.

Así como en Chile los hospitales son rodeados por funerarias y los cementerios son rodeados por restaurantes llamados “Quita Penas”, en Las Vegas hay casas de empeño. Generalizo, no sé cuántas hay. Pero me imagino que la del reality show, “El precio de la historia” no es la única.

Un negocio familiar de abuelo, hijo y nieto que lleva muchos años trabajando en lo mismo, un local gigantesco con filas que duran cuadras, de personas que entran a vender, empeñar o comprar. Un programa de televisión que muestra lo que ocurre aquí, las cosas más curiosas: como un colmillo de elefante, un cuchillo de la primera guerra mundial o un boleto del teatro de 1878; que llevan las personas más curiosas para darse cuenta que el colmillo no era de marfil sino de hueso corriente, el cuchillo era de cocina y el boleto era una falsificación. Otras veces, las personas llegan con cosas que nunca se imaginaron que valían tanto dinero.

Recomendados

¿Cómo explotar tu sensualidad si eres mamá o estás metida en el arquetipo de la madre?

¿Por qué la Generación Z es menos feliz al resto? Nuevo estudio muestra una preocupante situación

Un evento solidario que promueve la vida saludable y apoya la lucha contra las adicciones

El dueño de la tienda, le pregunta si lo quiere vender o empeñar, y ahí comienza el regateo, casi siempre con un gran desmedro para el cliente. Claro, porque “Tengo que ganar algo” le responde el vendedor.

A veces le llegan cosas en pésimo estado, y se las lleva a un restaurador que es seco. En el capítulo que vi ayer, llegaba una máquina expendedora de bencina muy mala, toda oxidada y media rota, y él la hacía ver como nueva-pero-antigua. También le llegaba una silla de barbero con el tapiz destrozado y sin apoya cabeza, pero no mostraron como quedó, supongo lo harán en el capítulo siguiente.

Recomiendo bastante esta serie; no es algo que me encante y que yo diga oh, no puedo vivir sin él, pero es ideal para un fin de semana flojo y por qué no, para aprender un poco de historia.

El Precio de la Historia, domingo 21.00, History Channel