La sensación de estar en una protesta tan masiva es infinitamente esperanzadora. Tengo algo de experiencia en estas andanzas y jamás había sido parte de un clima como este. La cantidad de gente, su diversidad, la alegría, la ironía, la creatividad y la crítica del status quo, se manifiestan en todo su esplendor.
Estas movilizaciones se han articulado a lo largo de todo Chile, lo que ha sido evidenciado a lo largo de la transmisión directa en CNN Chile y 24 Horas. Las declaraciones de los dirigentes insisten en tratar de aclarar que, si bien hay objetivos muy concretos, la movilización social obedece a un ambiente de indignación más sistémica.
La pasada semana en un extendido artículo en The Guardian, queda muy claro. Tal vez gracias a la distancia geográfica y cultural, este medio puede poner el proceso en un marco mayor, donde se contextualiza que este país es el más desigual de América Latina y que existe un descontento general por la mala distribución de la riqueza, por las injusticias sociales en educación, salud, trabajo y, finalmente, por un sistema político que pretende restringir el ejercicio democrático al símbolo del voto. The Guardian se atreve a mostrar ese otro Chile, ese que no es parte del marketing estatal.
Recomendados
Consecuencias de un beso no consentido: los años de prisión que piden para Luis Rubiales por caso Jenni...
Amaranta Hank denuncia que por ser actriz de contenido adulto absolvieron a Alberto Salcedo
“Ahí está pintada Colombia”: indignación por condena a la influencer Aida Victoria Merlano
El ejercicio de ciudadanía es precisamente este. Sin ciudadanía empoderada no hay democracia o es una democracia solo en sentido simbólico. Esta manifestación, independientemente de las categorías políticas que podamos cuestionar, habla de una sociedad con más consciencia de sí.
Finalmente, sin importar lo que ocurra luego, los estudiantes nos están enseñando como ser ciudadanos y han logrado instalar esta reflexión tan importante en el cotidiano de muchos de nosotros y nosotras.