Cuando me registré en IRC casi ningún usuario sabía mi nombre real y me aumentaba tres años la edad. Tenía 13 y todos juraban que estaban hablando con alguien de 16. Entonces, con ese perfil ficticio me dediqué a conocer personas. De todas las reuniones que surgían, el 80 % resultaba un completo caos. Siempre quise arrancar, pero jamás lo hice. Fui una mujercita muy respetuosa y no era hasta después de llegar a mi casa que me quejaba con alguna amiga y luego en silencio me alejaba de sus cuentas en la web.
“Se pierden el encanto en persona”, dijo una vez una amiga. Y claro, la base del coqueteo de internet es exagerar cada cualidad positiva sobre las negativas para capturar a la presa. Pero en ocasiones misteriosas, hay mujeres que prefieren seguir coqueteando por la web hasta que no de más la interacción, porque saben que sí o sí se perderá el encanto en vivo. ¿Les ha pasado? Cuando estaba soltera sabía que se echaría a perder, pero preferí dar el paso de conocer en persona y por suerte, de todos los errores uno resultó algo bueno.
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Siento que también que es peligroso que te guste sólo hablar con alguien sabiendo que te decepcionara en vivo. Todo juego a la larga aburre y algunas veces daña.
Si hay sólo dos caminos, de ¿cuál team son ustedes? ¿Las que se atreven o las que prefieren cuidarse tras las palabras?