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Dos rusas salvadas de la prostitución

Aún quedan heroínas en el mundo

Kathrine Gutierrez, de 24 años, es una estudiante de psicología que vive en Nueva York junto a su esposo. Por el periódico de The Daily Beast nos enteramos que practicamente salvó la vida de dos perfectas desconocidas, arriesgando, sin saberlo, su propia integridad y la de su esposo.

Cuando se habla de trata de blancas, la mayoría de nosotros nos imaginamos países lejanos y exóticos; o países cercanos como Perú. Incluso Europa. Rusia. Pero nadie piensa que eso puede ocurrir en su propio país. Bueno, ninguno de los norteamericanos involucrados en esta historia lo pensaba así, hasta que los policías les explicaron que sí, que algunos clubes nocturnos se hacían los lesos y permitían este verdadero tráfico y esclavitud con tal de tener entre sus tubos a bailarinas exóticas o también se llevaban buena parte de los ingresos de las bailarinas, quienes estaban bajo amenaza de escapar, eran continuamente golpeadas y no les devolvían el pasaporte. Las hacían desaparecer

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La historia es más o menos así: hay dos chicas rusas de Svetlana y Ksenya 18 y 21 años respectivamente que quisieron hacer un work and travel en U.S.A. Fueron a una empresa Rusa del rubro, sus padres las ayudaron a pagar los 3 mil dólares que costaba el servicio y la empresa les prometió a cambio dos puestos de trabajo seguros como salvavidas en Virginia Beach. Los papás las dejan en el aeropuerto, toman el avión y llegan a Miami. Hasta ahí todo bien. Cuanto intentan contactar a la persona que iba a llevarlas a sus trabajos, les dicen que el puesto ya no está disponible y que tienen que tomar un bus a Nueva York y juntarse con un tal “George” en un club nocturno, a las 12 de la noche.

Raro, pensó Daniel Reetz, el otro héroe de esta historia y que se hizo amigo de las chiquillas pues había hecho clases de inglés en Rusia. Cuando llegaron al aeropuerto, llamaron a su amigo y les contaron lo de la pega funada, lo de George y lo del club nocturno. Él altiro se dio cuenta de lo que pasaba y les dijo que no fueran. Pero ellas eran demasiado jóvenes y estaban demasiado contentas de estar en Estados Unidos que ni lo pescaron. Pero él no se podía quedar así. Como estaba lejos de Nueva York, acudió al Internet para ver un modo de ayudar a sus amigas.

Así que se metió al blog Metafilter y postió el siguiente mensaje: “Una amiga podría estar en una peligrosa situación en Washington D.C” (que era donde habían llegado en avión) y explicaba toda la situación. Los lectores le comentaban obviedades tales como: “De todas maneras tu amiga está siendo víctima de trata de blancas” Pero él pedía que realmente lo ayudaran.

Aquí es cuando entra en escena Kathrine. En una noche de desvelo, se encuentra con estos postsy decide ayudar. Le postea de vuelta a Daniel y le dice que las chicas se pueden quedar en su casa. Llama a un amigo y las va a buscar al terminal, donde se sienten observados por dos hombres, quienes resultaron ser policías alertados por una ONG. Cuando encuentran a las chicas, les intentan explicar lo que ocurre mientras llaman a un abogado de inmigración, que a su vez, llama a un abogado que hablaba ruso. Ahí les muestran un flyer del club nocturno y las cabras recién entienden lo que les podría haber pasado. Los días pasan y la mafia rusa acosa a las muchachas acosándolas y amenazándolas de que tenían que cumplir el contrato. Finalmente, se quedan cerca de un mes en el pequeño departamento de Kathrine quien estuvo muy aterrada por momentos y todo salió bien.

Las averiguaciones de la reportera no son menores: se contactó con una ONG que financiaba las visas de las chicas siempre y cuando vayan por trabajo, y con el requisito de que 3 días después de llegar, debían contactarse con la ONG. 3 días, un tiempo suficiente para que las chicas desaparecieron. Esta ONG, reconoció estar vinculada a las 2 empresas a las que acudieron las chicas. En ninguna de las empresas dijeron conocer al tal George. La policía no investigó mayormente y el club nocturno cerró poco tiempo después. La cosa en general no quedó  en nada pero las chicas se salvaron gracias a la ayuda de Kathrine.

*Resumí el reportaje lo mejor que pude, pero si le pegan al idioma gringo, les recomiendo que lo lean, está muy bueno y mucho más detallado.

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