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Hace un par de semanas leí en el NY Times una noticia que quiero compartir con ustedes. En funerales de soldados que estaban en Irak, algunos fanáticos conservadores no encontraron nada mejor que protestar en contra de la homosexualidad. Sí, así de desubicados. Estos señores y señoras, que eran miembros de una iglesia bautista se pusieron al lado de los deudos con carteles que “Gracias a Dios por los soldados muertos”. Dicen que Dios está enojado con Estados Unidos frente a la tolerancia hacia la homosexualidad. ¿Qué onda? ¿Hasta dónde llega la libertad de expresión?
En Estados Unidos, aparentamente, esta llega hasta donde quieran llevarla. La primera enmienda de la Constitución así lo permite. Los familiares de los fallecidos soldados, los demandaron, pero perdieron.
Esto me hizo reflexionar el hasta qué punto la tolerancia debe tolerar a la intolerancia. En este caso, era un grupo de fanáticos religiosos importunando los dolorosos momentos de una familia. No hablemos de si estamos en contra o a favor de la guerra, o en contra o a favor de la homosexualidad. No hablemos de estar en contra o a favor de ningún tema en especial. Hablemos del alcance que tiene la libertad de expresión, que ampara incluso hablar mal de otros e insultarles.
Pienso que cada cual tiene derecho a expresar su opinión, cualquiera esta sea, pero no sé, como que hay un momento y lugar para cada cosa, ¿o no?¿Qué opinan ustedes?¿Están de acuerdo con la libertad de expresión sin límite?
