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El abandono de los actores:¿Qué pasa con los que no lo son?

Ya tuvieron su momento

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Todos llegamos a viejos, a menos que nos muramos antes. Y la mayoría de los viejos se enferman, eso es un hecho. No soy una persona desalmada que no se conmueva frente al abandono de los más desvalidos, niños, animales o ancianos. Eso está y siempre va a estar mal, y me da mucha pena.

Ayer escuché de pasadita que nuevamente se hablaba de lo mal que está la actriz Miriam Palacios, que tiene alzheimer y que está en un estado de abandono muy triste y con una situación económica muy precaria. Se debatía frente a la necesidad de crear un sistema que amparara a los actores, cómicos, humoristas y artistas en general, que recibieran aportes estatales y yo qué sé. Apagué la tele y me fui a dormir, pero no sin antes anotar esta idea para hoy: ¿Por qué el Estado debiera de subvencionar o apoyar económicamente a los artistas cuando ya no tienen plata?


A cualquier hijo de vecino que trabaje con contrato, mensualmente se le descuenta un porcentaje que va en directo beneficio de su jubilación. Los que no están contratados, deben ellos mismos preocuparse de su futuro. Hay muchas  actividades que no funcionan con contrato; eso es normal y en ciertos casos es lo razonable. Muchos artistas reclaman que los sueldos son muy bajos y que no les alcanza para ahorrar. Pero también son bajos los sueldos de periodistas,  de cajeras, de temporeras, profesoras, auxiliares de enfermería. Y no a todos los contratan. Obvio que uno siempre reclama y lloriquea, pero no exige pensiones, pues es uno quien eligió su oficio o profesión y nadie lo obligó. Si esas personas en diferente medida ahorran y se las arreglan solos, ¿Por qué el gremio artístico ha de ser diferente?

Hace unos años, Tatiana Merino trató de organizar una fundación “Regazo del artista” para hacer una especie de hogar de ancianos para artistas abandonados. No le resultó y aparentemente las lucas se disolvieron en un mar de ignorancia de ella frente a todo lo que significa armar una fundación. Sin ahondar en ese caso en particular, pienso que su iniciativa -al menos las intenciones- no eran malas. Todos somos libres de hacer la fundación que queramos y todos somos libres de darles o no plata. ¿Pero qué ocurre cuando esa plata se la da el Estado y pasa a ser que le da plata que es de todos los chilenos?

Nadie obliga a nadie a ser actor, pintor, músico o escritor. Nadie obliga a nadie a no ahorrar. Habiendo tantas personas que tienen una situación económica mala simplemente porque no tuvieron demasiadas opciones a la hora de encontrar un trabajo, pues no pudieron acceder a la educación o por otros motivos, es de ellos, a mi juicio, de quien debiera preocuparse el Estado. Con respecto al rol subsidiario del Estado en las artes, está bien; está bueno que tengamos obras de teatro, películas, libros y canciones, pero el Estado ya se ocupa de eso en forma permanente, y muchos de esos dineros se destinan finalmente a sueldos de artistas.

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Y si uno elije una profesión porque le gusta mucho y es su vocación y todo eso, pero va cachando que no le sirve para parar la olla, o masca lauchas o se busca otra pega. Los cabros acá en la pega van a almorzar a un local que puso un ex actor.

Por otro lado, esos actores tienen familia. Mi madre es una santa, pero aunque fuera una bruja mala abandonadora, es mi madre y yo jamás la abandonaría. El Estado no puede hacerse responsable -específicamente- de los actores abandonados por su familia. ¿Qué opinan ustedes?

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