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Y cómo no la investigarían si, para mi gusto, se trata de una secta con todas sus letras. Un grupo de personas, en su mayoría actores de Hollywood, que siguen a un líder según una doctrina religiosa e ideológica a quien le pagan miles de dólares para mantener la iglesia (y de paso su estilo de vida), más claro echarle agua, es una secta.
Los famosillos están bajo investigación del FBI por haber incurrido en los delitos de tráfico de personas y explotación laboral en parte para satisfacer las excéntricas demandas de Tom Cruise, el miembro más célebre del grupo. El actor pidió reparar edificios, autos y barcos para él y otros miembros de la iglesia, a los trabajardores que realizaban estas tareas les ofreció pagar a penas 50 dólares ($25.000) semanales.
Una de las razonas que más me molesta de este tipo de grupos sectarios es que sus integrantes no se dan cuenta, o simplemente aceptan, que les saquen enormes cantidades de dinero de los bolsillos solo para satisfacer a su líder. En el caso de la Cienciología, David Miscavige es quien ha estado al mando del grupo por 34 años, un tipo que asegura que su entidad es sin fines de lucro y que no reciben donaciones exageradas, sin embargo, él calza zapatos a la medida, manejas jets, tiene dos chefs y una impresionante colección de autos de lujo. Si eso no es satisfacer a su líder entonces qué.
Me molestan mucho las sectas y los grupos que le lavan el cerebro a las personas hasta convertirlas en seres sin identidad, son todos iguales, una masa que habla y actúa de la misma forma que el de al lado. Hacen que la gente deje de lado sus intereses por someterse a los pedidos de un tipo que se para sobre un altar, predica y se lanza al piso hablando lenguas extrañas y encimale pagan por eso. Les creen porque están ciegos y se convierten en seres intolerantes que rompen la publicidad de otros grupos al ver amenazados sus “ideales”.
Asisten a congresos con líderes de otras naciones y dejan de lado su vida, sus amigos, sus familiares y su profesión por el grupo. Dejan de relacionarse con personas que no pertenezcan a esa mini sociedad, se casan entre ellos y crían a sus hijos dentro de ese mundo que les inventan. Van ascendiendo de rango y crean cada vez más sucursales nuevas de su iglesia. Pero no, ellos no son secta, los otros sí. Al final todos los grupos de este tipo son iguales: les lavan el cerebro a sus integrantes, eligen casi siempre a profesionales que puedan pagar y los agarran cuando están pasando por un momento triste en su vida. Por eso me molestan demasiado, por lo mismo me alegró la noticia de la Cienciología, cómo tan explotadores las estrellas (Tom Cruise, John Travolta, Lisa Marie Presley y Kirstie Alley son algunos de los que pertenecen). ¿Qué opinan ustedes?