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La vida es una teleserie

¿Hasta qué punto puede influir una teleserie en nuestras vidas?

-¿Viste El Clon alguna vez y te abanderizaste por Jade en su lucha contra el machismo y un matrimonio a la fuerza? Las teleseries hacen que entendamos al personaje y que incluso soñemos con los problemas que los aquejan. A tal punto llega este “ponerse en el lugar” que algunas mujeres literalmente se transforman en las féminas protagonistas y llevan la historia hasta su propia casa.

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Eliana La Ferrara es una antropóloga brasileña que estudió la relación que existía entre el número de nacimientos y el rating de las historias que contaba la Red Globo (la cadena de Brasil más grande en producción de este tipo de series). La científica descubrió que el número de niños bajaba a medida que subían la audiencia (femenina) de estas historias. Las mujeres que entrevistó para comprobar estas cifras, le dijeron que preferían tener menos hijos igual como las familias pequeñas y acomodadas que mostraba la televisión.

Este poder oculto de las teleseries ha hecho que las mujeres cambien sus hábitos, lo que no está mal en el caso de India, otro lugar con mucha producción en esta área: entre 2001 y 2003 se masificó la televisión por cable en ese país y por lo tanto subió el número de telespectadores. La Universidad de Chicago y la UCLA notaron el cambio de comportamiento en las dueñas de casa desde ese tiempo hasta ahora y llegaron a la conclusión que las mujeres, reflejadas en las historias de esposas independientes, decidieron dejar su papel de abnegadas y ahora justifican menos el maltrato de sus maridos. Además tienen más autonomía y toman las decisiones financieras del hogar.

La influencia de este tipo de historias existe porque los espectadores no entienden racionalmente el mensaje de los modelos que están copiando y terminan por hacer de la trama parte de su vida. A tal punto llega esto que algunas organizaciones internacionales se han aprovechado del fenómeno para crear teleseries como El aquipo, una historia hecha por la fundación africana “Búsqueda de Terreno Común” que habla sobre integración en un equipo de fútbol conformado por diferentes etnias y religiones. Lo mismo hizo “Hollywood, Salud y Sociedad” al inventar una teleserie que crea consciencia sobre el Sida.

Lo bueno de esto es que las mujeres se independizan, pero el problema aparece cuando no saben distinguir entre lo ficticio y la realidad: comienzan a controlar su fertilidad porque se identifican con la protagonista de una historia que no existe.

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