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Earthfest 2009: La vida es bailar

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Después de una larguísima jornada de trabajo apagué mi computador y salí corriendo a mi departamento para arreglar todo e irme al Earthfest 2009, el nuevo nombre con que se bautizaron las fiestas Earthdance a partir de este año. Tomé un bolso y ropa que ni siquiera sabía si me serviría, ya eran las 21:00 hrs del viernes y no podía perder más tiempo.

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Finalmente y como la ley de Murphy lo dice mientras más me apuraba más me demoraba. Salí junto a mi pololo recién a las 23:30 hrs de mi casa. Fuimos a buscar a mi amigo David y nos embarcamos en el viaje que duró unos cortos 45 minutos hasta Picarquín. Mientras hacíamos la larga fila pensábamos cómo entraríamos una humilde botella de ron al evento que duraría todo el fin de semana.

Finalmente, después de una revisión exhaustiva logramos entrar David, Ricardo, yo y nuestra botellita. Encontramos un muy buen lugar lejos del escenario pensando que necesitaríamos dormir. Mientras armábamos las carpas bailábamos, ya listos nos fuimos directo al escenario principal donde la música trance hacia que miles de personas movieran su cuerpo sin cesar.

Caminábamos entre la gente para sacar fotos desde más cerca hasta que llegamos al escenario y vimos cómo la mayoría del público saltaba y bailaba como desaforados, es que la música electrónica tiene un no se qué que impide que te quedes quieto.

No soy la más fanática de este estilo pero les juro que los pies se me movían solos, luego las caderas, los brazos, la cabeza y ya nada me hacía parar. Entre tanto baile y volteretas me di cuenta de que ya estaba amaneciendo pero todos seguían con la misma energía que cuando aún la luna alumbraba el gigantesco predio tapizado de pasto.

Seguí bailando como si nada pasara hasta por lo menos las 10 de la mañana, pero de un momento a otro sentí que mi cuerpo ya no daba más, hace varias horas que Ricardo se había ido a dormir. Miré a David y le hice un gesto para que nos fuéramos a las carpas, me deseó suerte y se perdió entre la multitud que no paraba de bailar. De verdad me impactó la cantidad de energía de todas esas personas ¿de dónde la sacaban? Quién sabe, prefiero no especular.

Crucé la gigantesca pradera eterna que me separaba de mis deseados aposentos y finalmente, como por arte de magia llegué a mi saco de dormir abracé a Ricardo y dormí sólo un par de horas cuando me despierta desesperado diciendo -¡no soporto más esta música!. Y aún faltaban 2 días para que la fiesta terminara.

Earthfest 2009 from Denisse Leigthon on Vimeo.

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