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Significó grandes cambios para la sociedad, muchas muertes, la pérdida de muchas libertades. Para las mujeres, significó, entre otras cosas, algo en apariencia muy simple: tener que usar velo, o hijab, de forma obligatoria.
Este es un velo que cubre la cabeza para que no se pueda ver el cabello de una mujer, en casos estrictos, ni siquiera un poco. Sólo en 2014, la policía moral multó o arrestó a 3.6 millones de mujeres en ese país por no seguir su código de vestimenta. O sea, andar sin hijab.

Andar con un velo en la cabeza involucra lidiar con el calor, no poder usar el cabello como medio de expresión, o cosas más simples, como no poder sentir el viento recorriendo tus cabellos. En general, lo que más nos cuesta aceptar es que sea una medida tan duramente impuesta a las mujeres.
Por esas razones, Masih Alinejad, una activista y periodista iraní que vive en Estados Unidos, según reporta Bored Panda, propuso a las mujeres de Irán compartir fotografías en las que se vea su cabello al aire libre a través de la página de Facebook: “My stealthy freedom“, (mi libertad cautelosa), para demostrar que Irán es de todos, de las mujeres que voluntariamente desean usar el velo y las que no.
Mi madre quiere usar un velo. Yo no quiero. Irán debería de ser para ambas.
De niña, mi hermano era un símbolo de la libertad que yo no tenía. Cómo él era libre de correr en una granja hermosa y verde.
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La libertad coartada para las mujeres es muy evidente desde que son niñas y ya tienen que usar el velo. Las que no conocieron Irán antes de la revolución, nunca han conocido lo que es andar por la calle con el cabello suelto.
Ser encontrada en público sin velo, en Irán es un crimen que, por ley, se puede castigar. Sin embargo, estas mujeres se han atrevido a compartir sus experiencias. Incluso las que apoyan su uso, admiten que no les gusta el hecho de que el velo sea obligatorio, mientras otras hablan de la lástima que es el hecho de que su cabello ya tiene canas, pero nunca ha recibido el sol, o el aire.
Ojalá esta protesta pacífica sea de ayuda. Lo bueno es que, como se puede observar en algunas fotografías, algunos hombres también están apoyando la causa. Ojalá este sea el inicio de las muchas legislaciones que hacen que el Irán público y el privado sean dos naciones opuestas.