Mejora el mundo cambiando una comida al día

¿Qué voy a comer? Una pregunta difícil, fácil, emocionante o dolorosa, según tu posición en el mundo y siempre tendrá un impacto en él. No toda la gente tiene la opción de elegir sus tres comidas principales y alguna no sabe si acaso tendrá una. Tú que tienes este poder en tus manos, ayúdanos a mejorar el mundo cambiando una de tus comidas al día.

Todo lo que consumimos tiene una huella ecológica, algunos alimentos son más amigables con el ambiente que otros. He hablado muchas veces de la importancia de reducir el consumo de carnes no sólo por salud, sino para darle un respiro al planeta. La contaminación generada por la cría de ganado para consumo humano es un problema grave que pocos toman en cuenta.

Si tomamos en cuenta que el sistema de producción de alimentos recurre a prácticas crueles y otras poco saludables como el uso de antibióticos para mantener los precios competitivos, disminuir la ingesta de productos animales nos conviene a todos. También tienes la opción de consumir carne orgánica, más nutritiva y respetuosa con los animales.

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Algo maravilloso sería saber de dónde viene cada uno de nuestros alimentos, dónde lo hacen y con qué técnicas. Hoy es posible apoyar a los pequeños productores que trabajan con una agricultura más limpia, menos dañina para el medio ambiente, así que la compra de productos orgánicos y locales siempre será una mejor opción.

Cambiando sólo una de nuestras comidas cada día, eligir pan o frutas orgánicas para el desayuno, unirte al lunes sin carne, cenar vegetales, entre tantas otras opciones, puede generar un cambio en nuestro cuerpo y el medio ambiente.

Si nos damos el tiempo, podemos empezar a cocinar más y comprar menos alimentos procesados. Aprender cuáles son las cantidades exactas de comida que nuestra familia necesita, evitar el desperdicio y quizás hasta cultivar algunos de nuestros alimentos.

Regresemos a lo básico, a nuestras raíces y al consumo de los alimentos que nos da la tierra de manera local, únete al movimiento de I Know Who Grew It! (Sé quién lo cultivo) para exigir un mejor sistema alimentario que ponga la comida más cerca de la salud y de la gente.