Mamás trabajadoras: cómo evitar sentimientos de culpa

A pocos días de celebrar el Día de la Madre, muchas mujeres no consiguen sobrellevar la culpa que les produce el hecho de trabajar fuera de sus casas. Sienten que les dedican el tiempo necesario a sus hijos. Por esta razón, una especialista de la Universidad del Pacífico nos entrega importantes recomendaciones.

Con la inclusión masiva de las mujeres en el mundo laboral paulatinamente se ha producido la necesaria complementación de roles entre hombres y mujeres para la vida laboral y familiar sean compatibles. Sin embargo, esto no siempre sucede y muchas mujeres cargan con una gran culpa al sentir que, debido al trabajo, postergan a la familia y los hijos.

María Ester Buzzoni, de la Escuela de Psicología de la Universidad del Pacífico, explica:

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Es un hecho que la relación de la vida familiar y el mundo del trabajo se encuentra atravesada, desde su origen, por la dimensión de género. La división sexual de los roles de siglos anteriores, persistente en alguna medida hasta la actualidad, marcando una distancia entre el mundo de lo público del de lo privado, de lo productivo y lo reproductivo.

No obstante, la psicóloga señala que con la entrada de las mujeres al mundo del trabajo se ha ido reconociendo el lugar de los hombres en la vida doméstica, abriendo paso a una diversificación de los modos de participar de ambos, lo que ha significado un avance en la calidad de vida de las personas.

Buzzoni precisa:

Dichos cambios han estado implicados en la modificación de las relaciones familiares, tales como una mayor valoración de la parentalidad como parte de la identidad masculina y el favorable impacto del vínculo entre padres e hijos en la crianza de los niños. Por otra parte, diversos estudios avalan el impacto favorable de la inserción laboral en la salud mental e incluso física, de las mujeres.

Sin embargo, si bien la inserción laboral es beneficiosa, hace que la vida cotidiana de las mujeres sea más compleja: mayores exigencias y responsabilidades de las mujeres, en lo que se ha llamado la doble o triple jornada laboral, debido a que la asunción de nuevas responsabilidades no ha ido acompañada de una reorganización del resto de las tareas de la vida doméstica.

La especialista aclara:

Nuestra cultura modifica muy lentamente los modos de entender los roles de género y se siguen atribuyendo las tareas de la crianza y lo doméstico a las mujeres, como función de lo femenino. Es importante recalcar que esta función de la cultura se encuentra inscrita en las relaciones de todo orden e incluye la percepción que las mujeres tienes acerca de ellas mismas.

En este contexto, entonces, cuando las mujeres describen con frecuencia experimentar sentimientos de culpa, referidos a la dificultad de destinar tiempo y energía a la relación con los hijos, así como también asociados a la dificultad que puede representar la maternidad en el cumplimiento de funciones o expectativas laborales.

Pero la culpa no es un sentimiento exclusivo de las mujeres:

Estos sentimientos pueden ser experimentados también por los hombres, debido a que están relacionados con la experiencia real de la superposición de los roles, y especialmente en situaciones donde no existen los recursos de apoyo necesarios para el cumplimiento de los mismos.

Cómo enfrentar la culpa

Sin que sea necesariamente un cuadro clínico complejo, la psicóloga aclara que esta es una experiencia compartida por la mayoría de las mujeres como parte de la vida cotidiana. Pero, ¿cómo afrontarla adecuadamente?

La psicóloga putualiza:

En general se observan dos estrategias. La primera, dirigida a la emoción, es decir, estrategias orientadas a aumentar el nivel de bienestar subjetivo tales como asistir a sesiones de apoyo profesional, practicar alguna disciplina meditativa, deportes, etc. Sin embargo, las estrategias más eficientes son aquellas que se orientan a resolver la situación que las genera: ampliar las redes de apoyo que permitan sentir que los niños están bien cuidados, organizar el trabajo de un modo que permita cumplir con las tareas, etc.

Algunos estudios nacionales e internacionales destacan que las mujeres que gozan de un mayor nivel de salud mental son aquellas que logran una situación laboral de media jornada.

Sin embargo, en Chile aún no se encuentran dadas las condiciones para que este tipo de trabajo sustente de modo real las necesidades básicas de supervivencia de las familias.