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Hoy recordamos a María Félix, la diva del cine mexicano

Un día como hoy “La Doña” cumpliría 101 años y la recordamos con algunas de sus frases memorables.

Para ser una diva se necesita más que una cara bonita: se requiere carácter, una buena dosis de feminidad y un talento único inspirador, tres de las cosas que indudablemente fueron parte de la esencia de “La Doña” (a.k.a. María de los Ángeles Félix Güerena), quien un día como hoy celebraría 101 años de edad y que recordamos en su aniversario luctuoso número trece.

“María Bonita”, como la llamó el compositor Agustín Lara en una famosa canción, fue una mujer que destacó en el cine mexicano por su imponente presencia con roles de súper hembra seductora, manipuladora y con un aire de mujer fatal irresistible dentro y fuera de la pantalla.

Parte de su magia era cien por ciento instintiva. María Félix nunca tuvo una formación como actriz, fueron sus directores quienes resaltaron cada uno de los atributos de la mujer que marcó una etapa histórica en el cine mexicano: la época de oro.

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Su legado, ademas de sus casi 50 películas, ha sido la recopilación de entrevistas en las que siempre se mostró como una mujer auténtica, modelo a seguir de muchas mujeres que en ese tiempo vivían sometidas a la figura del macho mexicano. De cada conversación con colegas y la prensa, se rescatan frases memorables con las que La Doña ha trascendido mas allá de la pantalla, involucrándose incluso en temas políticos.

Para que un hombre pueda saber cómo es la mujer de su casa necesita probar otras. También la mujer, no nada más el hombre, la cosa debe ser pareja.

Desde el principio de los tiempos, los hombres se han llevado lo mejor del pastel. Yo tengo corazón de hombre y por eso me ha ido tan bien.

Estoy hasta arriba de la cabeza de los pendejos y, sobre todo, de los que nos quieren seguir viendo la cara. Y como algunos hombres no se ponen los pantalones, nosotras hoy nos los vamos a poner.

Yo soy liberal porque siempre hago lo que quiero.

Una mujer original no es aquella que no imita a nadie, sino aquella a la que nadie puede imitar.

La gente sin ambición no sale nunca del agujero.

No me des consejos, yo puedo cometer errores sola.

No es suficiente ser bonita, hay que saberlo ser.

En el cine y en la vida, seducir es mas importante que agradar.

A un hombre hay que llorarle tres días, al cuarto te pones tacones y ropa nueva.

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