Confieso que soy una fiel creyente del manejo de energías entre toda la materia y cómo estas influyen directamente en el equilibrio y armonía espiritual. El Feng Shui es una disciplina china que se centra en el estudio de las líneas de energía positiva y negativa.
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Su traducción literal es “agua y viento”, su principio fundamental es el de intervenir en los espacios de nuestro hogar de manera que la energía positiva fluya correctamente para atraer la calma, paz y equilibrio, y alejar todo lo que dificulte su acceso.
Si no estás familiarizada con esta ciencia, te compartimos algunas cosas a considerar para iniciar.
- Mantén la entrada de tu casa libre y sin muebles que obstruyan el acceso.
- Evita que los sillones de tu sala den la espalda a la puerta.
- Tu cama debe ser el centro de la habitación para que cuando estés en ella puedas ver todo lo que hay alrededor.
- Procura que los pies de tu cama no apunten hacia la puerta y que la cabecera no dé la espalda a una ventana.
- Evita los estampados en tus sábanas o cortinas, lo mejor es utilizar colores lisos.
- La puerta del baño debe permanecer cerrada.
- Evita utilizar la mesa del comedor para depositar objetos o ropa.
- Elimina del baño lo que no tenga nada que ver con tu aseo personal.
- Si tu baño recibe la suficiente luz natural, se recomienda colocar una planta.
- No coloques teléfonos ni aparatos electrónicos en tu mesa de noche, ya que emiten ondas electromagnéticas muy fuertes que alteran nuestro equilibrio.
- Las velas y ciertas flores pueden ayudar a limpiar el ambiente, elige una planta adecuada para colocar en el interior de los espacios (sobre todo los cerrados).
- Nunca coloques un espejo frente a otro, ya que según el Feng Shui esto hace que las energías se queden atrapadas en el centro.
- Otra recomendación es el uso adecuado de los colores en los diferentes espacios de tu hogar. Puedes encontrar algunas opciones aquí.
- Las piedras y cristales son elementos que nos ayudan a neutralizar la energía de un lugar. Puedes utilizarlos como adorno en la sala o tu recámara.
Puedes empezar con modificaciones sencillas en la decoración o distribución de los muebles, pero lo más importante es cuidar que tu hogar sea un espacio en donde se concentren buenos momentos.
Aleja a las personas negativas y si tienes un conflicto que resolver, procura reunirte en un café o un espacio abierto para mantener la negatividad lejos de casa.