Uno de los grandes problemas para la energía solar en las ciudades es que se necesita un espacio lo suficientemente grande para poder instalar las celdas. Para las personas que vivimos en edificios esto es prácticamente imposible pues uno no es dueño de su propio techo y las casas grandes no siempre son asequibles para la mayoría de las personas.
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Las personas responsables con el ambiente y dispuestas a invertir en fuentes de energía limpia que ayuden a reducir las cuentas de sus recibos tienen una alternativa al menos en Estados Unidos. Los jardines solares en los que cada persona paga determinada cantidad por la administración de celdas en las afueras de la ciudad es cada vez más común.
Al día de hoy existen unos 52 proyectos de este tipo en 17 estados y en 10 de ellos se está fomentando el desarrollo de la energía solar respaldada por leyes que vayan de acuerdo con la Asociación de Industrias de Energía Solar. La baja en los precios de tecnología solar y los incentivos del gobierno hacen cada vez más real la posibilidad de adquirirla.
Cómo funciona el jardín solar
Un desarrollador crea la granja solar que puede variar en tamaño y vende la producción de determinado número de paneles a un cliente de acuerdo a al uso de energía que pueden o quieren pagar. Los clientes reciben un crédito por ese poder, casi siempre por a una tasa fija por Kilowatt-hora que se deduce del total de la factura eléctrica.
La administración de los paneles genera un costo que ronda entre los $500 y $1.400 dólares por unidad, una de las ventajas es que los paneles pueden situarse en lugares óptimos para maximizar la producción de energía aunque estos costos pueden ser mayores o limitarte a vivir en determinada área geográfica.
En general resulta conveniente y alguien que pague $10.000 dólares por 11 paneles puede ver cuentas de $0 por el consumo de un departamento. Quizás la inversión parezca cara al principio si lo ves por el lado del dinero que tienes que pagar, pero para hacer un cambio en la forma en que se produce y consume la energía, vale la pena intentarlo.