Hidratación “a la avena“

El invierno es duro con la piel. No sólo por resecarla al punto de dejarla escamosa, sino también porque boicotea cualquier intención de cuidarla: ¿a quién le dan ganas de “encremarse“ con este frío? Entre menos pasos haya entre la ducha y estar tapada hasta las orejas, mejor.

Por eso, en Laralá apostamos por hidratar la piel con un ingrediente natural (como siempre), y hacerlo rápido. Un jabón casero a base de avena humecta, suaviza e ilumina de una sola vez.

Basta con cortar en trozos pequeños una barra de jabón cremoso, mezclarla con cinco cucharadas de agua (aproximadamente) y derretirla en el microondas, revolviendo de vez en cuando. Aunque depende de la potencia del microondas y del tamaño de los trozos de jabón, no deberían calentar la mezcla más de cinco minutos, ni dejar que burbujee.

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Después, se le agregan cuatro cucharadas de avena previamente molida, para que al contacto con la piel no sea áspera. Opcionalmente, se pueden verter unas gotas de colorante natural, o usar té verde para darle un tono más suave al jabón.

Para terminar, se deja reposar la mezcla en moldes hasta el día siguiente. Pueden usar las típicas bandejas para hornear muffins y, si quieren sorprender a alguien, envolver una barra con estos imprimibles Laralá y hacer un regalo perfecto.

La avena, además de humectar la piel, la calma, ya que uno de sus componentes, la avenina, tiene un efecto sedante. Alivia cualquier irritación y quemadura, y es apta para todo tipo de piel. Por eso la recomendamos también para esta mascarilla facial. Y si quieren consentirse aún más, el exfoliante cítrico Laralá revitaliza la piel y remueve células muertas. Con estos cuidados, llegarán a la primavera con una piel suave y la única preocupación será la de a qué gimnasio matricularse después del 18, como se ve todos los años en las noticias de esa época.

Tip pro: 
En vez de cortar el jabón, pueden deshacerlo usando un rallador. Así se derretirá más rápido en el microondas.