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10 señales de que no es “el indicado”

¿Sientes que te hace falta algo en tu relación actual? Quizá lo que falte sea, de hecho, terminarla.

Pese a todo anticliché feminista del cual hemos sido testigos en comedias románticas como He’s Just Not That Into You, existe en nosotras siempre un sentimiento poco insistente de intentarlo y “hacer que las cosas suceden”. Lo escuchamos todo el tiempo: que debemos ser “proactivas” y que eso de que el hombre debe tomar la iniciativa ha quedado obsoleto, por lo que el seguir con esa idea nos dejará solteronas.

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Sin embargo, existe este momento en que una misma echa un vistazo mental hacia sus previas acciones, dramáticamente, y cae en cuenta de que de vez en cuando está dando demasiado de sí para algo que debería completarse entre 2 personas.  No obstante, fuera de toda referencia de algún (otro) libro de autoayuda que yo pudiera recomendarles, quiero compartirles una lista de 10 puntos muy importantes que, como mujeres, deberíamos tomar en cuenta como una Biblia de bolsillo que nos diga cuándo es mejor seguir adelante:

  1. Espera que seas algo que no eres.
    Un catedrático muy apreciado por mí dijo una vez: “Los hombres están enamorados de una mujer que ya no es y las mujeres están enamoradas de un hombre que nunca fue”. (Fuera de todo pensamiento teórico que se les venga a la cabeza con ello, quisiera hacer referencia a 2 cosas muy importantes: las mujeres añoramos al príncipe azul, al hombre perfecto; el hombre añora que la mujer lo acepte por quien es y no le exija fantasías románticas irrealizables en este mundo.)
    Sin embargo, siempre existirá cierto conflicto con aquello que nuevamente retomo de un cliché: expectations vs. reality. Es importante saber hasta qué punto te quiere la persona y hasta qué otro punto te está añorando.
  2. Sus acciones no corresponden a sus palabras.
    ¿Te dice que te quiere, pero no hace nada por verte? Ésta es, desde luego, una de las principales señales de que la cosa no anda bien. Si una persona realmente siente algo por ti, lo demuestra (principalmente porque un sentimiento así es muy difícil de callarse, siempre quieres compartirlo).
  3. Sientes como si estuvieras obligándole a quererte.
    Éste es el momento del que les hablaba. Llega un punto en el que cada mensaje que le envías y cada llamada y cada vez que él te deja en sus conversaciones con la última palabra, te das cuenta de que estás tratando de retenerlo en lugar de enamorarlo.
    Algo muy filosófico que yo respaldo al 100% es: el amor es libre. “Si amas algo, déjalo ir: si regresa, es tuyo; si no, nunca lo fue”.
  4. Su relación íntima se basa en mera atracción física.
    Vivimos en el siglo XXI y, ante la revolución feminista previa, se entiende que el sexo ya no sea un tabú para nosotras. (Sobre todo por ser una tan buena estrategia de marketing.) Pero el estar sentimentalmente involucrándote con una persona, debes siempre de tener otro vínculo además del físico-sexual. Si no puede tener una conversación inteligente ni abrirse emocionalmente de vez en cuando contigo, quizá lo mejor sea buscar otra persona que no deje pasar desapercibida la belleza que existe dentro de ti.
  5. Te defrauda.
    Otra frase muy importante es ésta: “Amar a alguien es darle el poder para destruirte; sin embargo, confiar en que no lo hará”. Si estás con una persona que continuamente te miente o te falla de cierta manera, debes reconsiderar quitarle aquella etiqueta de “indicado” y otorgarle (lo que queda de) tu confianza a alguien que esté dispuesto a no dañarla.
  6. No te da tu lugar.
    No me refiero al lugar de novia o casi novia o más que amiga, sino al lugar que mereces como persona. No es justo que te conformes al estar con alguien que te desprecia, ya sea con faltas de respeto, o simplemente te hace sentir menos valiosa de lo que eres.
  7. No te escucha, no te pone atención.
    Es importante estar con alguien a quien le importa tu opinión, alguien que pueda retrolimentarse y ponerse a pensar con lo que tú tienes que decir. No es sano estar con alguien con quien tienes que callarte lo que realmente piensas.
  8. En ocasiones, tienes que sacrificar tu felicidad.
    Esto va muy ligado con el punto anterior: tratas inconscientemente de embonar en la vida de la otra persona y, para ello, te limitas. Te contienes.
  9. No estás en la mejor situación con tu vida.
    Si en estos momentos laboral o profesionalmente no te encuentras (casi) satisfecha, quizá no sea la mejor época de tu vida para estar con alguien más. Es importante que primero tú te sientas bien contigo misma para poder transmitir esa energía a la otra persona afortunada que quieras mantener a tu lado.
  10. Te obsesionas con vivir en el pasado.
    Te aprisionas en detalles lindos o desagradables que ya pasaron, detalles que él ya no tiene contigo o que alguien más tuvo hace un tiempo en vez de tomar en cuenta lo ocurrente en el presente, lo que está frente a ti.

De igual manera, en este caso creo que lo mejor que puedes hacer es prestar atención a tu “intuición femenina”, por más cliché que parezca. Si no te sientes bien con él, puedes tomarlo como una señal (inequívoca) del destino de que él no es “el indicado”.

 

Fuente: Marc and Angel
Foto: Flickr, The Round Peg

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