¿Se puede solo vivir de amor?

Cuando hablamos de amor se supone que nada puede contra él. Se supone que este sentimiento lucha contra los más invencibles fantasmas como la distancia, la envidia, la maldad o la pobreza. Pero en la vida real, fuera de los poemas, de las novelas de Jane Austen y las canciones de Armando Manzanero las cosas no son tan fáciles y a veces ni el amor basta para mantener a un pareja unida. Porque no se puede solo vivir de amor.

Al entablar una relación se necesita que varios aspectos estén cubiertos. Es fundamental que exista complicidad, compañerismo entre ambos miembros, obviamente también importante que haya una conexión sexual sin igual. Bueno, en realidad no para todos es tan importante esto. Para mi sí.

Estos puntos podrían ser la base y si se dan seguramente habrá muchas posibilidades de que se geste una hermosa relación. Sin embargo, cuando el tiempo pasa -no sé si será por que soy una mujer muy complicada o no- cada vez necesitamos más cosas o al menos yo. Porque no se puede solo vivir de amor.

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Después de un tiempo saliendo siempre se pasa más tiempo juntos, la convivencia es inminente y con ella los conflictos. Creo que me complica convivir con otros humanos o mascotas. No soporto las toallas mojadas y arrugadas en el suelo, los calcetines sucios en medio del baño, los papeles en el inodoro, los vellos de barba en el lavamanos, los ceniceros llenos de colillas de cigarros, las almohadas en el piso y tantas cosas más. Siento que aunque lo intento no puedo con ello, me estresa y claro no todos tienen los mismos hábitos y manías. eso lo entiendo, pero hay límites.

¿Cómo hacer para pasar por alto esos asuntos? ¿O en realidad es el otro el que tiene que acostumbrarse? Cómo se pueden equilibrar ambos estilos de vida. No lo sé. Creo que soy mala para este tipo de asuntos y no creo que deje de odiar la toalla húmeda y arrugada en el suelo. Porque no se puede solo vivir de amor.

Me pregunto qué hay que hacer para enseñarle a un hombre ciertas cosas, porque no creo que sea yo la que está mal por no comprender que hay de interesante en una toalla que huele a humedad. Creo que tengo razón. Será que el amor debe soportarlo todo, y centrarse en lo que existe entre ambos internamente. ¿El sentimiento es suficiente para decidirse a estar o no con alguien?

Y si hablamos de algo de ‘pésimo gusto’ como el dinero, es aún más compleja la convivencia. En el caso de que cada uno viva en su propio hogar pero prácticamente pasan todo tiempo en uno de ellos, llegan los aumentos en los gastos, luz, agua, gas, comida, etc. Debería ser un gasto compartido. ¿O no? ¿Estoy mal? No, yo creo que soy práctica.

Pienso que cuando uno quiere a otra persona hace lo posible por mejorar por dale felicidad y comodidad. por buscar maneras de estar mejor y hacer de la convivencia un espacio de intimidad donde ambos se sientan lo mejor posible. Sin duda, se debe transar. ¿Pero cuánto? ¿Dónde está el límite?